martes, 5 de agosto de 2014

ROMA, "URBS AETERNA"


Julio II, Papa de 1.503 a 1.513, Mecenas de 
Rafael y Miguel Ángel, concibe el Estado Vaticano como Imperio a la manera clásica. No sólo es el sucesor de Pedro, también de los Emperadores Romanos del pasado, es un CÉSAR CRISTIANO. Retoma la idea antigua de ROMA como centro del Imperio y la traslada a la Iglesia, su Hegemonía Universal será el objetivo primordial de su Papado. 
El CLASICISMO será el vehículo para mostrar el TRIUNFO y la RESTAURACIÓN de la gran Roma, la CIUDAD ETERNA. De esta forma consigue la "Concordatio" entre CULTURA CLÁSICA y CRISTIANISMO.
Las Fiestas Religiosas empiezan a asemejarse a los Desfiles Triunfales de los Emperadores Romanos. Se plasmará la Exaltación de lo Sagrado en Procesiones, en el Corpus y en los Misterios.
A nivel Teórico se plantea la cuestión de cómo ha de ser el Templo Cristiano, puesto que no existía en la Antigüedad. ALBERTI aporta la imagen del TEMPLO IDEAL, proponiendo que sea el ornamento más noble y destacado de la ciudad, situado en un lugar elevado y aislado de otros edificios, de una Belleza abrumadora y que su presencia tenga un efecto purificador, gracias a la Armonía de las Proporciones de todas sus partes.

IGLESIA Y CONVENTO DE SAN ESTEBAN
En el centro de la Fachada, 
el Martirio del titular, 
San Estebanque murió lapidado.
El autor, CERONI, y el año, 1.610, aparecen labrados en la piedra en la que apoya su mano el Santo. Las figuras parecen salirse del marco y se acercan a esculturas exentas, de gran dramatismo y posturas en "scorzo", lo que denota un gran estudio anatómico del artista. El fondo es una ciudad clásica, amurallada y con Frontones. La escena está enmarcada en un doble arco de Medio Punto con decoración Plateresca, donde destacan las Cabezas de Querubines.

Este edificio de perfil netamente religioso no dejará pasar la oportunidad de adscribirse al PLATERESCO y al CLASICISMO. Y qué mejor artista que JUAN DE ÁLAVA, vecino ya de Salamanca. Aquí se conjugarán sin estridencias, temas Cristianos, Platerescos y Paganos.El Blasón del Promotor e hijo del Duque de Alba, FRAY JUAN ÁLVAREZ DE TOLEDO, se exhibe por doquier como si de un palacio se tratase. El escudo de los TOLEDO, de forma italiana aparece timbrado con el sombrero Episcopal por tratarse de un eclesiástico. Las banderas abatidas hacen referencia a las batallas ganadas por los Duques de Alba. El de la
Fachada se sitúa entre dos Seres Fantásticos con cabeza de Mujer y cuerpo de Águila y Grutescos. A los lados dos pilastras que los separan de dos Medallones que podrían representar al Rey David y a San Jorge.
He  aquí la pieza másgenuina de toda la fachada, el FRISO DE LOS UNICORNIOS. Sátiros y Unicornios sobre los que cabalgan Eros en alegre procesión. Ya no desconcierta hallar una escena MITOLÓGICA en un Convento y no será el único edificio que nos la muestre, el RENACIMIENTO está ampliamente implantado en la ciudad. Pero no apartemos la vista hasta admirar la sobresaliente y esmerada calidad de la talla de todas las figuras.

Sobre el Friso Mitológico, una escena Cristiana, el CALVARIO, obra de  CERONI como el Martirio de San Esteban. Jesús en la Cruz entre María y San Juan, uno de los temas predilectos de la Iconografía Cristiana. Al fondo, la ciudad de Jerusalén y, en el cielo, el Sol y la Luna entre nubes. Sobre esta escena, los Medallones de San Pedro y San Pablo que vuelven a aparecer en los laterales, de cuerpo entero y con sus atributos, San Pedro con las Llaves y San Pablo con la Espada.

Toda la Fachada-Retablo es acogida por un impresionante Arco Triunfal decorado con Rosetones que evocan las ménsulas del Palacio de la Salina.
Y, en lo alto, el Hastial que soporta el campanario, está decorado con los escudos del Promotor de la reforma del convento medieval y, en el centro, el blasón de la Orden Dominica. 
SANTO DOMINGO DE GUZMÁNtomó de sus armas familiares la CRUZ Flordelisada que se muestra en blanco y negro, colores del hábito Dominico y entre sus brazos hay cuatro estrellas. En ocasiones, rodeado de un ROSARIO, pues el Santo fue su creador en honor a la Virgen. En las enjutas del gran arco vuelven a aparecer los Blasones de Álvarez de Toledo.
Otro de los Símbolos ligado al Santo es el PERRO que aparece a sus pies. Cuenta la Leyenda que su madre, durante el embarazo, soñó que un perrito con una antorcha salía de su vientre. Perpleja por la imagen, acudió al Monasterio de Santo Domingo de Silos para hallar explicación y allí comprendió que su hijo llevaría la luz de Jesucristo al mundo por medio de la predicación. En agradecimiento, puso a su hijo por nombre Domingo. Aún hay más, en su frente aparece una ESTRELLA, de nuevo la Leyenda lo explica, sucedió que durante el Bautismo de Domingo apareció una estrella sobre su frente, símbolo de un faro que guía las almas a Jesús. También lo veremos con un Libro, alusivo a la Predicación, y una AZUCENA en la mano izquierda, símbolo de Castidad. Pocas imágenes religiosas gozan de tan rica iconografía.




A la derecha de la fachada de la Iglesia se encuentra el PÓRTICO de entrada al Convento. Otra grata sorpresa, una LOGGIA nítidamente Renacentista, única en Salamanca. Columnas de Orden TOSCANO que soportan nueve Arcos de Medio Punto y, entre ellos, en las enjutas, MEDALLONES  de Santos de la Orden Dominica. 




Los de las esquinas están reservados al Perro Dominico con la Antorcha en la boca y la bola del Mundo por donde el Santo predicó.

El autor es JUAN DEL RIBERO RADA, que a la sazón trabajaba en la Catedral Nueva. La planta superior es Barroca.
Es el momento de acceder al CLAUSTRO de los REYES, al remanso de quietud y meditación del que aún disfrutan los Padres Dominicos. Los MEDALLONES labrados bajo las Ménsulas representan a Profetas y a los REYES DE ISRAEL. De ellas parten los Nervios de las soberbias Bóvedas Góticas, no es la única concesión al antiguo estilo. Sin embargo, los Ventanales son, definitivamente, Renacentistas, finas Pilastrillas con Capiteles, sujetan cuatro Arquillos bajo un arco de medio punto con balaustres. 
En las cuatro esquinas nos deleitan los Altorrelieves  de la 
ANUNCIACIÓN, NACIMIENTO, EPIFANÍA y PRESENTACIÓN en el TEMPLO. El Claustro es obra de FRAY MARTÍN DE SANTIAGO, colaborador de RODRIGO GIL en el Palacio de Monterrey.
Capítulo Nuevo
Varias estancias se abren al Claustro, entre ellas, el CAPÍTULO ANTIGUO que formaba parte del convento Medieval. El corazón del Convento, donde se decidían los temas trascendentales de la vida conventual y las relaciones con el exterior. Aquí se recibió y decidió apoyar a CRISTÓBAL COLÓN cuando éste solicitó a los Reyes Católicos financiación para su aventura en busca del Nuevo Mundo. Aquí está enterrado FRANCISCO DE VITORIA, el defensor de los Indígenas Americanos, el  Fundador de la Escuela Teológico-Jurídica de Salamanca y del Derecho Internacional Moderno. 
De aquí salieron Fray Domingo de Soto y Fray Melchor Cano que abrieron y cerraron las sesiones del CONCILIO DE TRENTO
Otra de las Puertas conduce a la SACRISTÍA, de época Barroca, al igual que el CAPÍTULO NUEVO, ambas de JUAN MORENO.

El TEMPLETE central tiene planta hexagonal y está cubierto con una Cúpula rodeada de plintos con Bolas, muy Clásico. Albergaba la fuente o pozo donde se lavaban los monjes antes y después de las comidas.
El piso alto es plenamente Renacentista, dos arcos por cada uno del piso inferior. Arcos que apoyan en Pilastras dobles con Capiteles historiados. No faltan los Medallones de gran factura en las enjutas. Sin entrar en detalles, el conjunto destila ARMONÍA, ningún elemento desentona, el Equilibrio produce Serenidad.






Nos turbará, sin duda, la monumental 
ESCALERA de SOTO que nos encamina al piso superior del Claustro donde está la Biblioteca. El Prior FRAY DOMINGO DE SOTO, confesor de Carlos V, encargó su factura a RODRIGO GIL de HONTAÑÓN
Los tres tramos descansan sobre bóvedas que transmiten el empuje al muro y dan la sensación de estar en el aire. Y decoradas con los típicos rosetones de Rodrigo Gil.
Bajo la balaustrada del tramo superior, emociona y extraña la imagen de María Magdalena leyendo. Únicamente Rodrigo Gil podría desvelar el enigma que supone su aparición.



El desenlace de nuestra visita se cubre de
solemnidad al entrar en la Iglesia de ochenta
metros de longitud. Al fondo, resplandece el
excelso RETABLO  de José de CHURRIGUERA, 
ya Barroco. El templo sólo tiene una Nave, como todos los pertenecientes a Órdenes de Predicación, ni pilastras ni columnas que entorpezcan la vista o la escucha del Sermón que desde el Púlpito dirige el prelado. El Púlpito actual es del S. XVIII, sustentado por cinco águilas y cubierto por el Tornavoz piramidal que actúa de altavoz.
En los colosales Arcos Torales que soportan el Cimborrio se muestran, magníficos, los Escudos de la Orden.


La zona más significativa del templo, el Altar Mayor, recibe la luz del Cimborrio, obra de Rodrigo Gil de Hontañón, quien opta por las Bóvedas estrelladas de ascendencia Gótica y las eleva sin temor, asimilándolo a una Catedral.
Los Nervios de las bóvedas son casi parabólicos, lejos de los apuntados de época gótica, suavizando el efecto visual.


A la izquierda de la cabecera se abre la primorosa CAPILLA DEL ROSARIO, con Retablo de JOSÉ de CHURRIGUERA, la Virgen del Rosario que lo preside fue un regalo del Papa Pío V. El colorido fresco que decora la Capilla escenifica la Coronación de la Virgen, obra de MARTÍN VILLAMOR en 1.617.



Hay otro incomparable Fresco, en el Coro, sobre la entrada al templo. PALOMINO, en 1.705, despliega toda su maestría en el Triunfo de la Iglesia y la Eucaristía.
En lo alto aparece la Trinidad, la Virgen y los Apóstoles, después San Esteban y Santo Domingo y, en el centro, la Iglesia en un carro triunfante con las Virtudes Cardinales. Los caballos atropellan al Error, la Ignorancia y la Herejía.
Ante esta colosal obra, casi pasa desapercibida una pequeña tabla de RUBENS con la Virgen y el Niño.




Para finalizar, una joya singular del Plateresco,
la PUERTA DE SAN JOSÉ, que da acceso al 
Claustro. Quizás nos encontremos ante los Grutescos más primorosos y delicados del estilo. Tanto es así que parecen dibujados más que labrados pues sobresalen lo mínimo para ser reconocibles. Enmarcan la puerta entre finas columnillas abalaustradas y, sobre ella, dibujan un Arco con aires de carpanel, sin serlo, donde cabalgan Eros alados sobre Caballos. 
Por encima, un Arco de QUERUBINES acoge la figura de San José con el Niño, entre dos Escudos del Fundador. Y el adorno superior no puede ser más Renacentista, una VENERA entre dos Monstruos. 
Y el colofón, las dos Pilas de Agua Bendita en los laterales de la Puerta, con sus Pilastras, Venera y Frontón con Volutas, a modo de Templo Clásico.




La inercia del hechizo nos dificulta el regreso al S. XXI, quizás el reclamo puede ser admirar el Escudo del padre del Promotor, el DUQUE DE ALBA. Timbrado con una Corona Ducal calada que el tiempo ha respetado, en parte, y cuya sombra completa. Detrás de las Banderas abatidas, correspondientes a las Batallas ganadas, se exhibe el collar de la Orden del Toisón de Oro.
Llegamos al instante en que la opción es personal, o bien, continuar explorando la fachada para descubrir detalles inéditos o volver al presente.




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