sábado, 10 de enero de 2015

LA EXPRESIÓN DE LO IRRACIONAL Y LA PASIÓN

En una de sus 95 Tesis, Lutero condenó la Adoración de las Imágenes al considerarlo Idolatría. La Reforma Protestante, además, negó la eficacia de los Sacramentos, puesto que la Fé del individuo no necesita de otra mano humana para afianzarse. Estos dos hechos tuvieron una incidencia trascendental en las manifestaciones artísticas, a través del Decreto sobre Imágenes religiosas de la Iglesia Católica en el Concilio de Trento en el S. XVI. 
El empeño de la Contrarreforma en manifestar su Fe a través de la Imagen, adquirirá en el S. XVII una actividad sin precedentes. San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios Espirituales, ya expuso la eficacia del método Óptico-Intuitivo, es decir, el poder de la Imagen para predicar, instrumento comparable a la Palabra. La RETÓRICA Eclesiástica se acompaña por una visión activa de la contemplación de la Imagen. 
En cuanto al repudio Luterano de los Sacramentos, la Iglesia Católica dedica sus esfuerzos en una apología de éstos que se centrará en el principal, la EUCARISTÍA. Por lo tanto, el lugar donde se recrea el misterio Eucarístico, el ALTAR, alcanzará la primacía del templo y se embellecerá como nunca antes.
EL RETABLO, ESCENARIO DEL MILAGRO
 Retablo de Sancti Spíritus 
El Altar es un espacio Sagrado en la tierra, donde se concentran las miradas de los fieles en el momento cumbre de la Liturgia, cuando se eleva la Sagrada Forma, donde se manifiesta la Santidad de Cristo y el alma se une con la divinidad. El Barroco se afana en magnificar el lugar donde acontece el Milagro. El Retablo se engalana en un canto exultante de fantasía, cubre los muros sin dejar un resquicio sin decorar. El LUJO, además de estimular los sentidos, tiene una vertiente intelectual, mostrando el poder Triunfal de la Iglesia, la ostentación y la brillantez es el parangón de la ostentación de Santidad.
Es más, el Retablo tiene un valor DOCTRINAL, instruye al fiel en los dogmas de fe, con la forma de un gran Arco triunfal que acoge el altar.
El TABERNÁCULO, custodio del Sacramento, adquiere un protagonismo apoteósico, se acrecienta su tamaño y altura, ganando en impacto visual.


Encontraremos Retablos Barrocos en Templos de épocas anteriores, pocas Iglesias resisten a la renovación. La madera policromada y dorada con pan de oro, refleja la LUZ proveniente de diversas fuentes. Frente a la unidad Lumínica del Renacimiento, los artistas barrocos proponen una utilización controlada que aleja a las figuras del marco, consiguiendo una espacialidad propia. Algunas de ellas saldrán en Procesión, fuera del templo, acercándose al pueblo y escenificando los dramas de la Pasión por las calles de todas las poblaciones.

EL RETABLO DE SANCTI SPÍRITUS
La Comendadora Doña María de Bracamonte, encarga un nuevo retablo para la Iglesia del Convento de Sancti Spíritus en 1.644 al insigne escultor ANTONIO DE PAZ. A la muerte de éste, lo termina su hermano Andrés. El Relieve central representa a Santiago Matamoros en la Batalla de Clavijo, ya que el Convento pertenece a la Orden de Santiago. Por encima, un relieve con la Venida del Spíritu Santo, a quien está dedicada la Iglesia y, sobre él un precioso remate dorado con Volutas que encumbran el Escudo con la Cruz de Santiago
Las calles laterales interiores muestran relieves con escenas de la Leyenda de Santiago, Aparición de la Virgen del Pilar, Decapitación de Santiago, Santiago y la Reina de Saba, basadas en el CÓDICE CALIXTINO del Siglo XII, primera guía para los peregrinos jacobeos.
Es un auténtico Retablo didáctico, en los Relieves menores aparece la Vida de la Virgen, con profusión de Escenas, siguiendo la normativa del Concilio de Trento. Con el avance del Barroco, la Decoración se extenderá paulatinamente, camuflando los elementos arquitectónicos y disminuyendo casi hasta el mínimo las escenas.

EL RETABLO DE SAN JULIÁN
Para esta Iglesia Románica, se encarga un nuevo Retablo en 1.651 a ALONSO DE BALBÁS y que termina JERÓNIMO SÁNCHEZ, tres años después. Tiene el honor de ser el primer Retablo conservado en el que se utiliza la COLUMNA SALOMÓNICA, pieza inexcusable a partir de ahora, de fuste helicoidal, recibe su nombre del Templo de Salomón en Jerusalén, pues la leyenda la menciona como soporte... El éxito de esta tipología se debe al Baldaquino de Bernini en San Pedro del Vaticano.
La siguiente innovación de este retablo es el CAMARÍN, creación hispánica que eleva al Barroco más allá de lo trascendental. Se añade un ábside al templo con una ventana para iluminar la Imagen desde atrás, dotándola de un halo de misterio. En este caso se trata de la imagen tardo Gótica de la VIRGEN de los REMEDIOS que parece levitar en el mundo celeste en el lugar de conexión con el mundo terrenal, los fieles asisten al milagro. Bajo la Virgen se encuentra un espectacular Tabernáculo flanqueado por las imágenes de los Santos titulares del templo, SAN JULIÁN y SANTA BASILISAEn las calles laterales sendas imágenes de San Joaquín y San José, padre y esposo de la Virgen; y cuatro Relieves con escenas marianas. En el ÁTICO, una deliciosa INMACULADA del pintor madrileño JOSÉ ANTOLÍNEZ. En suma, un Retablo Homenaje a María, Templo de Dios.
IGLESIA DE SAN ESTEBAN
Los Dominicos también erigen una Capilla Camarín en la Iglesia del convento, esta vez en un brazo del Crucero, a la Virgen. La elegida es la Virgen del Rosario pues Santo Domingo de Guzmán fue el creador del Rosario. Se engalana, en el exterior, con un delicado relieve con el anagrama de María portado por dos adorables angelotes con sendos Rosarios en sus manitas.
Desgraciadamente la ventana ha sido tapiada y no permite que la luz ilumine la imagen de la Virgen como fue concebido en inicio. 
Artificios visuales con el fin de conmover, deslumbrar y hacer partícipe al fiel de los misterios del dogma católico, transportándole allá donde las palabras no son suficientes, para convertirle en espectador de lo sobrenatural.

Pero hay una novedad en esta Iglesia que rebasa lo predecible, el despegar de un nuevo estilo, tan peculiar que portará el nombre una familia, los CHURRIGUERA. 
LA FAMILIA QUE DIÓ NOMBRE A UN ESTILO
Los hermanos José, Joaquín y Alberto CHURRIGUERA, Arquitectos y Escultores que se afincaron en Salamanca, fueron poseedores de tal genialidad creativa que su peculiaridad estilística será bautizada con su propio apellido. El CHURRIGUERESCO es Barroco elevado a su cúspide. Ya los vimos trabajando en las etapas finales de la Catedral Nueva, pero es aquí, en la Iglesia de San Esteban donde crean tendencia con el sensacional Retablo.
Entablado por el hermano mayor, José, adopta la tipología de Retablo EUCARÍSTICO, donde el Tabernáculo se agiganta hasta semejar un templo dentro del templo.La novedosa planta semicircular comporta que el Ático sea un cuarto de esfera, desarrollo vanguardista que será imitado sin cesar.
Las columnas Salomónicas, decoradas con los símbolos Eucarísticos, avanzan en distintos planos protagonizando el predominio de lo VISUAL sobre el DISCURSO. Únicamente hay una escena, El Martirio de San Esteban, en el Ático, obra de CLAUDIO COELLO, enmarcado por otro innovador elemento, el ESTÍPITE, una suerte de Pilastra que se ensancha hacia lo alto.
Los elementos arquitectónicos ya no actúan como marco de escenas o esculturas, ahora se desbordan cuajados de ornatos  para emocionar a los sentidos hacia el misterio de lo divino.
 IGLESIA DE LA VERACRUZ
En el espacio sagrado del Templo se materializa la LUZ Divina merced a los ingenios escenográficos de los artistas que consiguen recrear un cosmos de apariencia inmaterial, provocando en el espectador la sensación de asistir al milagro.
JOAQUÍN de CHURRIGUERA insiste en la desmesura y complejidad de la decoración en el RETABLO de la Iglesia de la Veracruz, velando la estructura y consiguiendo el efecto de una aureola trascendental alrededor de la hermosísima Inmaculada  Concepción de GREGORIO FERNÁNDEZ que parece levitar. 
Un dulce rostro rodeado por las doce estrellas y "vestida de Sol", según la iconografía del Apocalipsis.
La Iglesia, además de la advocación a la Inmaculada Concepción, está dedicada a la SANTA CRUZ DEL REDENTOR, por ello el Retablo está coronado por el tema de la Exaltación de la Cruz.
En la Iglesia se custodia un fragmento del "Lignum Crucis". Según la Leyenda, Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró cerca del Calvario, la Cruz donde murió Jesús. Santo Toribio, Obispo de Astorga la trajo a España en el S. V. y se fue fragmentando a lo largo de los años por toda la geografía peninsular siguiendo el avance de la Reconquista.

En un brazo del Crucero se abre la sofisticada Capilla de la VIRGEN de los DOLORES. El día de la Presentación de Jesús en el Templo, Simeón profetiza, dirigiéndose a María que una Espada de Dolor atravesará su corazón. A partir del S. XV comienza a representarse a María atravesada por siete cuchillos en alusión a los Siete Dolores que sufrió a lo largo de su vida.  Esta imagen es obra de FELIPE DEL CORRAL y se trajo en procesión desde Madrid deteniéndose en todas las poblaciones del trayecto.
Su doliente cuerpo adelanta el hombro izquierdo y su desconsolado rostro se inclina mirando hacia lo alto...



La Decoración vuela por todo el Templo, los Churriguera no conciben un espacio sin ornatos.
CAPILLA CAMARÍN DE LA IGLESIA DE SAN MARTÍN


Otro de los templos que añade una Capilla en honor a la Virgen es la Iglesia Románica de San Martín, esta vez en honor a la VIRGEN del CARMEN. Al fondo, asoma la primigenia portada oeste pero será en el interior donde podremos deleitarnos con las Arquivoltas románicas que aún conservan rastros de los colores que adornaban Cabezas y motivos vegetales.


La Cúpula llena de luz y funde en una sola entidad los vestigios Románicos con los aderezos Barrocos. Así sucede en multitud de construcciones, los Artistas siguen las indicaciones renovadoras de los promotores pero respetan y reverencian a sus antecesores. Será el ojo avezado del espectador el que discrimine las diferencias seculares entre unos y otros.

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