La NATIVIDAD y el Solsticio de Invierno

El Santoral católico celebra su festividad el 25 de Diciembre.

Natividad. Retablo Catedral Vieja

De todos los grandes momentos del Cristianismo pueda que no sea el de mayor importancia pero sí, el más querido. Las representaciones artísticas siempre han tratado el tema con delicadeza, afecto y mimo. No sólo es el nacimiento de un niño es, además, el nacimiento del Salvador de la Humanidad. San Mateo y San Lucas lo relatan en sus respectivos evangelios. El emperador César Augusto ordena un censo de la población y cada cual debía inscribirse en su ciudad de origen, José y María partieron de Nazareth en Galilea hacia Belén en Judea, patria de José.

Los historiadores encuentran incongruencias cronológicas en las crónicas de los evangelistas, las hay, no sólo en los años sino también, en la época del año. Lo más probable es que Jesús no naciese en invierno pues no es lógico que en Diciembre, los pastores durmiesen a campo raso, como describe San Lucas.


EL SOLSTICIO DE INVIERNO

En la Roma antigua se celebraba el nacimiento

Catedral Nueva 

del "Sol Invictus" el 25 de Diciembre durante las fiestas del Solsticio de Invierno. Es la época del año en que el Sol se muestra más débil y es a partir de este momento en que comienzan a aumentar los minutos de luz solar diarios, como si se produjese un nuevo Nacimiento del Sol. 
Los primeros cristianos identificaron a Jesús con el Sol, la Luz que irradia sobre el mundo y le salva de las tinieblas, en consonancia con las palabras del Profeta Malaquías: "Para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el Sol de Justicia". El Sol Invictus se convirtió en "Sol Iustitiae", un SOL DE JUSTICIA, para alejarlo del Paganismo.

No existen pruebas documentales, ni siquiera los Evangelios aportan fechas, de la misma forma, nadie aportó jamás indicios de que Jesús no naciese el 25 de Diciembre.